Por: Carmen Muñoz de Gonzalez
Mi tia Senovia, siendo pequeña, vivìa a las afueras de Villa de Cura, en el sector conocido como Gamarra. Cuando llegaba diciembre, niña al fin, siempre se ilusionaba con el regalo del Niño Jesùs. Un 25 de diciembre se despertó más temprano que sus otros hermanos y vio en la cama de la hermana pequeña una linda muñeca. De inmediato y sin pensarlo dos veces la tomó y colocó a su lado.
Al levantarse corrió de contenta a mostrar a todos su fabuloso regalo a lo que contestó su mamá enseguida:
-Eso no es suyo. Lo suyo son los cinco bolívares y el paquete de galletas María.
“Misterios de la ciencia” – Pensaría mi tía
