Oigo pasar por mi casa a un chico carrito en mano - de esos carritos que uno lleva al mercado - cargado con un bidón de leche de vaca y me acuerdo del cuento que solía referir mi abuela - que en gloria esté - de un muchacho quien también vendía leche de vaca acá en Villa de Cura cuando nuestro pueblo era mucho más pequeño que ahora.
Venía el lechero montado en su burrito cargando su cántara para repartir su mercancía. Antes de llegar hasta el pueblo hacía siempre una parada en el Pozo Azul del Río Curita que solía correr silencioso y despacito. Allí, junto a la vega de los Carabaño y la gente, placidamente, solía contemplar el paisaje.
Un día a una señora le tocó la rifa y al verter la leche en una olla para hacerla hervir la reciben unos saltoncitos - larvas de zancudo - nadando en ella. Al otro día esperó al joven lechero y le dijo:
- "¡No sea pícaro, no le eche agua a la leche!"
A lo que contestó él:
- "¡Ay, mujer, no digas eso. Esta es pura leche de vaca la que yo vendo!"
Como dice el dicho:
"El que trabaja con agua nunca pierde"
Carmen Muñoz de González
Sitios web de las imágenes:https://artesaniasmartita.com/cuadros-pirograbados/50-cuadro-de-burro-lechero.html