Por Carmen Muñoz de Gonzalez
Villa de Cura, estado Aragua
Crisálida, la de ojos grandes y soñadores, la de mirada serena que cada tarde contemplaba la entrada del pueblo en una apartada orilla y soñaba que algún día aparecería su príncipe azul que, como en los cuentos de hadas que leyó desde niña, la montaría en su corcel para llevársela a otros lugares.
Poseía esa pasión de juventud bravía como la misma cascada de agua que veía en el almanaque de su casa. Deseaba salir de esa macoya familiar
Pero un día, una fresca tarde de marzo, con el sol de los venados apareció un forastero en su briosa, brillante, bravía...¡Moto! Negra, oscura como la misma noche oscura o como el diablo, porque a los meses Crisálida se salió del capullo y desapareció a la vista de todos, no precisamente con el caballo blanco del príncipe sino en caballo moderno de hierro que la impresionó tanto cuando la paraba de caballito y extendió sus alas al viento, a volarle a la vida, a desafiar el destino junto a su apuesto caballero de chaqueta de cuero.
Sitio web de la imagen: http://debates.motos.coches.net/showthread.php?64899-La-ilusi%F3n-de-recoger-una-moto-al-cuadrado-125-125