Por: Carmen Muñoz de González
Villa de Cura, estado Aragua
Las barberías, sitios destinados al arreglo personal de caballeros – entiéndase corte de cabello, delinear el bigote o la barba, patillas – en fin, acicalar.
El barbero manejaba finamente la navaja. Esta y su arte de barbero eran los encargados de poner muy buenmozos a los jóvenes de la época, bueno, y dar una manita a los señores mayores.
En mi pueblo había muchos, desde los más aristócratas hasta los consabidos del pueblo. Desde la Colonia 111 hasta la Jean Marie Farina.
Estaban el Sr. Ernesto Carrasquel, Pedro Sumoza, el Sr. Botello, el Sr. Guzmán, hasta que llegaron los italianos.
Ahora, con el modernismo, con el avance del tiempo, todo mejora o…
No hay sitio de reunión de esa vieja guardia: hombres y mujeres van a la peluquería, se afeitan y ya.
Los cortes…bueno…platabanda y muchos más signos: culebras, carreteras y pare de contar. Pero la esencia del ser, ese toque que queda solo del recuerdo…no lo hay.
Nos adaptaremos a los nuevos tiempos, tiempos de cambio.
Los jóvenes ahora andan en otra onda y el ser humano debe avanzar igual que el tiempo.
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