Es un honor para mí el haber sido designada Oradora de Orden en el marco de la festividad de nuestro Patrono San Luís por parte del Concejo Municipal.
Agradecida a las Concejalas y los Concejales, al cronista Municipal Prof. Antonio Cabanillas, a mi amiga la Prof. Elizabeth Romero por sus palabras.
Tenga todo el colectivo que hoy dignamente nos acompaña un feliz día.
Pueblo heroico y esforzado.
Así comienza mi relato:
Fuerte me siento,
ya que me comí
una pata de gana’o
que compré en el merca´o
el sábado pasa’o
Llena de inmensa emoción en este dia jubiloso de agosto, en que esta histórica Villa de San Luís de Cura festeja a su excelso patrono San Luis Rey de Francia. Por esta circunstancia tenemos la existencia de dos Luises en nuestra historia constitutiva como pueblo. Recordaremos uno: que se le asignó este epónimo como homenaje al príncipe heredero de la Corona Española Luis I.
El reinado de Luis I comenzó en 1724 y sólo fue de ocho meses porque el joven de dieciséis años murió de viruela y Felipe V asumió el trono hasta su muerte en 1746.
Un personaje efímero fue Luis I.
El otro: nos referimos a San Luís Rey de Francia, el Santo Cruzado. Desde un primer momento fue entronizado como Patrono tutelar cristiano.
Y ya en el inventario de la Iglesia en 1720 el Padre Juan José Picón deja consignado que recibió la imagen del piadoso guerrero galo que se veneraba en la iglesia.
(Cita de nuestro querido cronista Prof. Oldman Botello)
Hablar de las fiestas patronales como se les llamaba antes, encerraba un gran entusiasmo en la población. Era el momento en que todos se integraban en uno solo para vivir unos días felices. Confundidos en medio de la euforia festiva, el mas grande sentimiento villacurano, para dejar a un lado la monotonía habitual y abrir un paréntesis de alegría. Había eventos sociales, culturales, deportivos y religiosos.
Comenzaban los festejos que durarían una semana con una imponente caravana de autos, motos, bicicletas, cohetes alegres y bulliciosos que se imponían sobre el vocerío callejero precedido por la Reina del pueblo y su cortejo. Los moradores esperaban ansiosos el programa de fiestas.
Asì, que estas lindas niñas y jòvenes que compitieron en este certamen y a quienes saludo cariñosamente y al ceñir sobre sus sienes la corona piensen que la han recibido en nombre de todas las villacuranas. Para los organizadores del certamen, suerte y que continùen con su talento.
Los toros coleados, esas famosas y recordadas tardes de toros que vivimos; en las que rogàbamos a Dios que no lloviera ya que aguarìa la tarde que debe ser esplèndida y soleada para ir a aplaudir a los coleadores invitados del estado Guàrico, Municipio Sucre, Ribas, del vecino San Francisco de Asìs y, por supuesto, nuestros coterráneos. Entre lazos y vueltas de campana se pasaba el rato.
Para la noche, ya estaba colocado el templete en el altozano, aun lado de la Iglesia Matriz, preparado para presentar al grupo del momento o, como aquella bella noche estrellada en que brilló la famosa orquesta Billo's Caracas Boys y toda la poblaciòn se dirigiò a la plaza a bailar con la Billo's, o aquel jacarandoso conjunto de Steel Band traído del estado Sucre, que al son de la música contagiosa y pegajosa del calipso recorrió los alrededores de la plaza y estremeciò el esqueleto de muchos cuerpos sudorosos y risueños.
Cada Presidente de Fiesta que era nombrado querìa lucirse mejor que el anterior, para ser recordado. Había una sana competencia.
Los deportistas también hacían lo suyo: la recordada Antorcha Olìmpica desde el Samán de Gûere, haciendo una breve escala en el Samán de las Minas donde habrìa un pequeño acgto y continuar a la Plaza Miranda donde era encendido el Pebetero. Interesantes encuentros de beisbol, futbol femenino entre las simpáticas Alondras.
Exhibición de levantamiento de pesas en el gimnasio Juan Namias local del Mercado Viejo frente a la Plaza Miranda.
El Gran Clásico Ciclista válido para el Campeonato estatal Categoría Libre y Paseo, el cual se desarrollaba en la Av. Paradisi.
Juegos tradicionales: Palo enseba'o, cochino enseba'o, peleas de gallos, alegres títeres, recitales poéticos, exposición múltiple: Fotos, cerámicas, pintura infantil, cartelera y la recordada retreta del Maestro Cordero. Hasta salto de paracaídas en el estadio Ramón María Acosta y el desfile en la Av. Paradisi con su recorrido de Amazonas, carros antiguos y diferentes colonias que hacen vida en nuestro pueblo. En fin, una gama de actividades lúdicas y pedagógicas para el buen esparcimiento familiar. Había para todos los gustos.
La iglesia preparaba lo concerniente a la procesión conjuntamente con la Sociedad de San Luis. Vestían a unos niñitos de San Luisito. Estos iban delante, recordando que eran la generación de relevo y mantendrían la fe por el santo.
La noche del 25 de agosto, al terminar la procesión, el encendido de los fuegos artificiales para admirar la imagen del excelso Patrono, los Símbolos Patrios y hasta un burro que disparaba cohetes en todas direcciones.
¡Cómo no recordar por este tiempo a nuestro cultor popular Juan Alayón Loco Lindo arrastrando su perolera en algún lugar de la plaza, a Jesuíto Rodriguez todo el mundo le preguntaba si ya estaban listos los cohetes. A nuestro amigo Marcos Montesinos con su alegre burriquita, a los Pérez con sus dulces de azafate.
Ahora todo ha cambiado, el tiempo es otro, o es el mismo tiempo ¡Y los que hemos cambiado somos nosotros!
¿Qué dejamos atrás?¿Dónde está ese esencia de pueblo, esa camaradería?
La tecnología, por su parte, nos ha arropado y lo más pequeño e insignificante lo hemos dejado a un lado. Es una carrera al tiempo.
¿Qué joven de hoy conoce las esquinas de mi pueblo? Esto nos acerca más a nuestros orígenes: La esquina del Coco, la del Taparito, la del Zamuro, la de Cuadros, Puente Hierro, las Cuatro Esquinas. Por encima de todo debe prevalecer nuestra historia, nuestra crónica.
Disfrutemos de este sol luminoso que en forma especial irradia luz en esta histórica Plaza Miranda, honor al venezolano más universal y al oír esta mañana el paseo musical para anunciar que hay fiesta grande en esta Villa señorial de Juan Bolivar y Villegas, donde la tradición se hace presente cada año que el buen gesto sea heraldo de un pueblo que, unido fuertemente por los laos de la confraternidad, marcha en busca de su progreso hacia el encuentro con su propio destino.
Hoy desearía para nuestro pueblo un buen Tenológico Agrícola en la Valles de Tucutunemo, un Complejo Cultural cónsono con los nuevos tiempos, que encierre todas las representaciones del arte, el monumento emblemático del pueblo: la silla de montar. Villa de Cura es cuna de artesano. Si San Carlos tiene su icono: el mango, Elorza El Arpa, Camaguán El Maestro Torrealba, nosotros a honrar al talabartero. Villa de Cura desde sus inicios fue conocida como pueblo de curtidores.
Y qué decimos del águila sosteniendo un copón con tierra de la Quinta de San Pedro Alejandrino, fiel custodia recordándonos que fue colocada allí en el centenario de la muerte del Libertador. Y todavía nos hace falta recordarles la loza que falta en la fuente frente a nuestra gruta, puro mármol de Carrara, esa finísima loza que se encuentra en El Vaticano. Y no hay nada qué envidiar a la Fuente de Trevi en Italia.
Restauración de la infraestructura del Museo Inocencio Utrera, la creación del Instituto de Cultura a través de la ordenanza, reactivación de la Imprenta Municipal y del Fondo Editorial Rafael Bolívar Coronado.
Por eso digo que mi pueblo tiene historia y en cuanto a las fiestas patronales también la tuvo. Ojalá que vuelva, que se monta la mas grande obra popular cuyos intérpretes sean el entusiasmo y la alegría que, desbordados de sus cauces, inunden las almas de todos los moradores de mi Villa tan querida y San Luis haga el milagro de ver esto hecho realidad, vuelva a su sitio a un lado del Altar Mayor con su porte altivo y galán.
Pueblo y santo se juntan, se combinan vidas complementarias en el silencio de la oración y contemplando tan magnífica y venerada imagen el pueblo se recoja en silencio y la vida continúe su ilusión buscando estrellas más allá del sol.
Muchas gracias.
IMÁGENES DE LA PROCESIÓN DE SAN LUIS REY DE FRANCIA DEL 25-08-2016
FOTOS: MARÍA TERESA FUENMAYOR