Por: Carmen Muñoz de González
De la caña el papelón
y del papelón los caramelos,
dulce golosina venezolana
recuerdo de mis abuelos.
¡Qué preciada chuchería!
¡Qué alegres los niños tramoleaban
contentos y sin dientes
en su boca disfrutaban!
Pago de sus acciones o
regalo de Navidad de su padrino.
Nadie como Froila Salvatierra
para hacer esta delicia
que luego pasó a Rosa,
su querida ahijada.
Herencia de tradición.
Nunca perdieron el sazón.
Tres por locha,
cinco por medio,
dos por real.
-¡Dame unos, muchacho barrigón
que lombrices debes tener
por el papelón
y con purgante salen todas
de ese tamborón!
No como ahora con tanto
color y sabor artificial
que niños obesos y sin
recuerdos van por doquier
y se perdieron de saborear
algo tan puro y natural
como el caramelo de papelón
de mi Villa de Cura ancestral.
Sitio web de la imagen: http://pannela.com/beneficios/sobreelpapelon.html
Me encantaria tener la receta. Mi mamá me compraba siempre. Pero cuando murió Rosa dejaron de hacerlos.
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