Por: Carmen Muñoz de González
Villa de Cura, estado Aragua
En el Reino Animal
cada cual tiene su lugar:
el Hombre – como buen observador-
sus virtudes puede tomar.
El zamuro hace de comisario.
Oripopo le pasó de largo la astucia
porque no hay trampa que pela.
Gavilán arrebata con fuerza
sin dar equivocación.
Águila en rapaz vuelo
lo mira desde lo alto.
La lechuza perspicaz
hasta en la oscuridad caza
y el mortal hombre se tropieza otra vez
con la misma piedra a su paso.
Serpenteando la tierra
cachicamo abre su hueco,
viene la lapa alegre y desprevenida
a invadirle su refugio
¡Que cachicamo trabajó pa'lapa!
Qué carne tan fina,
exquisito bocado, compa.
El gato cegato
se mira en el espejo.
Gruñón y arriscado
maúlla a su compañero...
que no es más que el reflejo
del gato cegato.
El gato Minino
corre detrás de los ratones
porque le comieron los calzones
a Doña Ramona.
El perico saltarín
repite sin cesar:
-¡No te comas los bizcochos,
muchacho salteador,
que son para mañana a las ocho,
muchacho barrigón!
La garza en su estero,
el zamuro en el basurero,
el águila desde lo alto
asegura presa
y la culebra se desliza
a esconderse en el matorral
mientras que el mato de agua
caza huevos al azar
de las perdices llaneras
en su afán de comensal.
Sitio web de la imagen: http://queanimalada.net/category/gatos/page/43/
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