viernes, 14 de julio de 2023

Alfredo Rafael Marchena, Un Educador Ejemplar

 


Por: Carmen Muñoz  (viuda) de González


Desde la población de Guardatinajas, en el estado Guárico, Venezuela, salió este llanerito con una meta: prepararse academicamente y lograr obtener un título en la vida para su desarrollo en todos sus aspectos. Para él la frase "Yo sí puedo" fue el lema de su vida siendo constante, perseverante y optimista. Vio ese horizonte: que aquí en Villa de Cura estaba todo lo propuesto para él.


Llegó ya con su primaria la cual había realizado en la ciudad de Calabozo e ingresa al bachillerato en el liceo Alberto Smith. Luego a la ilustre Universidad Central de Venezuela, en la ciudad de Caracas, donde obtiene su título de Licenciado en Pedagogía en el año de 1970. Gracias a su esfuerzo académico se hizo merecedor de una beca.



Luego comienza a desarrollar su profesión de docente en el estado Falcón y en 1973 regresa acá, a Villa de Cura, y comienza su trabajo en el colegio privado Simón Bolívar en el cual se desempeña en diversos cargos: profesor por horas, coordinador del Dpto. De Control de Estudios, Subdirector y Director. Allí completa más de cincuenta años de labor.



¿Anécdotas a lo largo de su carrera? ¡Muchísimas! Sobre todo recuerda un "enfrentamiento educativo" - por llamarlo así - porque no querían que un alumno ingresara allí, al liceo. Ustedes saben, por aquello de que era "un mala conducta". Pero como eso es tan difícil valorar se arriesgó y "contra viento y marea" hizo que lo aceptaran y logró su objetivo: cambiar a ese joven.


En cuanto a su desempeño laboral, fue fundador del liceo nocturno Enrique Guillermo Reschop en la vecina ciudad de Cagua y la técnica Mariano Fernández Fortique. También del liceo Rafael Hernández León en la misma zona.
Docente fundador aquí del liceo Víctor Ángel Hernández y trabajó mucho tiempo en el Alberto Smith donde, en su adolescencia, había recibido su título de bachiller.


También su incursión a nivel social es memorable ya que fue fundador del Club de Leones de Villa de Cura, presidente de la Sociedad Anticancerosa y miembro activo del Club Hispano.
En su trayectoria le han otorgado la "Orden 27 de Junio" en educación y " Ciudad de Villa de Cura" y muchos otros reconocimientos y diplomas.
A pesar de sus setenta y seis años de edad se mantiene activo: jugador de bolas criollas (que todavía arrima el "boche") y dominó.
Buen vecino, padre de familia, hermano, compadre, amigo y... bueno... pare usted de contar.


Lo que ha de ser: que Dios le de mucha vida y salud para llevar adelante su bolsita al hombro y hacer las compras diarias, como todo buen llanero, con su bastimento por delante.
Este caballero gentil ¡Quién lo iba a creer! Se hizo conocer desde la tierra donde se unen el cielo y la llanura y los alcaravanes, garzas, paletas y perdices sabaneras se ven en vuelo tenaz, así es este hombre, Alfredo Rafael Marchena, un ser de luz con principios altruistas y valores.