domingo, 24 de mayo de 2015

RATONCITOS DE BIBLIOTECA





Por: Carmen Muñoz de Gonzalez
Villa de Cura, estado Aragua



- Niños y niñas
sedientos de saber
acuden en la tarde de cada miércoles
al Aula de Lectura de la Biblioteca Pública
donde son acobijados en su recinto
por las manos maravillosas de Fanny
quien los transporta en un viaje imaginario
al mundo de los libros.

- Con sueños irrepetibles del mágico conocimiento
entre cuentos, fábulas,leyendas, historias
míticas de personajes valerosos
que alzaban su espada para defender
a la princesa del dragón
o del rufián que cargaría su bolso
o de las batallas por la libertad del país
o aún más por las de nuestras ideas.
Se desplazan con sigilo como ratoncitos
apresurados a devorar ¡No el quesito!
sino las negras letras de los libritos.
Jugando su imaginación con cada lectura.
Creando, formando, construyendo con todo
su alrededor.

- Niños y niñas que están llenos de 
alegría, amor sincero, de ternura,
de sueños, de esperanzas.

- Niños y niñas de mi Patria
formados hoy para construir
un fortalecedor mañana
y tener alas para volar,
para desprenderse del seno materno
y forjar su propio futuro.

sábado, 23 de mayo de 2015

EL PARAGUAS

 Escultura 'El hombre del paraguas', creada por el artista honkonés conocido como 'Milk'

Por: Carmen Muñoz de Gonzalez
Villa de Cura, estado Aragua


La vida, espiral del tiempo que nos enreda con las mismas cosas. Presente, pasado y futuro, todo enlazado en una  maraña que va y viene a lo largo de la misma.  Los mismos acontecimientos que nos suceden parecen repetirse en otro tiempo, otro estilo pero con la misma forma de fondo.

De pequeña recuerdo a un señor que siempre andaba con su paraguas, este era negro y con una punta de lanza que utilizaba para punzar a la persona que iba delante suyo si no le daba paso.

Imagínense ahora...se lo enterrarían en la cabeza a él mismo.

Fuera verano o invierno - nuestras dos estaciones - nunca abandonó su paraguas. 

Ahora lo vivo igual con  mi esposo, pero no para utilizarlo como lo hacía el señor de mi relato.  No puede ver que caigan unas gotitas de lluvia, pues de inmediato me encasqueta el paraguas.

Creo que reencarnó ese señor en él o es que me cuida tanto para que no me resfríe, pero yo, de malagradecida, voy refunfuñando.

Yo odio los paraguas. Me chocan ¡Qué antagonismo de mundo!

O me cuida de una insolación o de un pavoroso resfriado.

¿O será que lo veo como sinónimo de vejez? 

¿Vieja yo? ¡Qué vao!

ANITICA PÉREZ (15-09-1920 / 18-05-2015)



 Por: Carmen Muñoz de González
Villa de Cura, estado Aragua


Ha pasado a otro plano la Mamá Anitica de todos los villacuranos.  La primera enfermera titular de nuestro pueblo, egresada de la insigneCruz Roja Venezolana en 1940.

Mujer de sabia paciencia.  Nunca su rostro demostró tristeza, rabia, angustia.  Siempro con su cálida sonrisa, angelical expresión, presta al servicio de la comunidad,

Trajo al mundo infinidad de niños y niñas villacuran@s.  

De ella recibimos nuestra primera palmada - porque los partos eran en casa - y no nos dejaba hasta los 8 días, cuando se caía el ombligo.

¡Agujeró las orejas de tantas niñas para lucir los aretes! 

Tomó tensión a cuanta persona necesitó e inyectó a infinidades de enfermos.

Raseó las calles de mi Villa de Cura al revés y al derecho y uno, al verla, con respeto y estima pedía su bendición.

El 18 de mayo del 2015, a pocos días de haber celebrado dos fechas importantes para ella - el Día de las Madres y el Día de la Enfermera - a distancia de pocos meses para cumplir los 95 años partió a la presencia de Dios a compartir banquete con Él.

Ya no quedan patrimonios vivientes en mi pueblo.  La cosecha se está agotando.

Mi recuerdo, Mamá Anitica.

COMENTARIOS:

De: Rafael Rodriguez Galindo Un gran valor de Villa de Cura. Paz a sus restos y mi más sentido pésame a sus familiares!!!

jueves, 14 de mayo de 2015

JUAN DE MATA CABOVERDE


Por: Carmen Muñoz de González
Villa de Cura, estado Aragua

¡Qué apellido tan aristocrático tenía este amigo! Fiel trabajador en la famosa y recordada Botica Central de Don Félix Valderrama.  Allí laboró por lo menos 38 años.  Llegó de la Sierra de Santa Rosa.  Crió una familia - La familia Pérez-. Ellos eran dos hermanos: Juan y Santiago.

Su oficio en la farmacia era el de preparar el aceite alcanforado, el jarabe simple que se utilizaba (mezcla de los tres jarabes clásicos que se daban a los niños:  ipecacuana, achicoria y tolú), sin olvidarnos del Lamedor.  Las goticas para el dolor de estómago Espíritu de Nitro Dulce, cuando en la botica tenían la magia de preparar fórmulas.

Sin saber leer ni escribir era un taco en envolver y reconocer las papeletas de ácido bórico, bicarbonato, tilo y demás yerbas.  Arreglo de las medicinas patentadas en su correspondiente puesto - todo por asociación -.

Fue un hombre demasiado honesto y agradecido con su trabajo. Murió de 90 años.

Hubo varias anécdotas de Juan: un vez se estaba deleitando una suculenta arepa boca abierta bien resuelta: mantequilla, huevo, tajadas, queso ... y Don Féliz angustiado por el montón de colesterol que se estaba emburrando le dijo:

- Juan, mañana te haces un examen de colesterol.

A lo que, muy simple, contestó:

- ¿Y con qué se come eso?

Nunca padeció de nada. Nunca faltó al trabajo.  Bajaba a eso de la 1:30 p.m., se paraba en una esquina cerca de la botica fumando su exquisito tabaco cumanés y a las 2 en punto, con suaves pasos, entraba a su trabajo.

¡Qué camaradería y compañerismo tuvo este hombre!  Trabajó con Víctor Martinez, Luís Almeida, Omar Garrido, Víctor Hernandez.  Disfrutó la sencillez de la vida.

De juegos y bromas no supo nunca ¡Juan de Mata Caboverde!