sábado, 2 de marzo de 2024

LA DRA. ALIDA JOSEFINA RODRÍGUEZ PÉREZ

 




La Dra. Alida Josefina Rodriguez Pérez es una villacurana de pura cepa nacida el 18 de enero de 1954. Profesión: odontóloga. Viene de una dinastía de "saca dientes" - como antes se conocía a las personas que se dedicaban a este arte -.

Su padre: José Rodríguez González "El Negro", dentista práctico diplomado. Su tío: Lázaro Rodríguez, iba a trabajar al llano y por allí se quedó fundando familia.
Aquilino Rodríguez, también "saca diente". En la época en que los dientes se sacaban con un pañuelo y la silla odontológica era "normalita", de cuero. A pesar de la precariedad sacaban los dientes con mucha precisión, sin arrancar el de al lado.

La Dra. Alida siempre ha vivido en la esquina "del Zamuro", como se le conoce, punto de referencia de su clínica, ubicada en la calle Guárico Este #1-1 Centro.
Mujer aguerrida, "echá pa'lante". También incursionó en la política. Fue por diecinueve años concejal del ilustre Concejo Municipal Zamorano.

Tanto ella como su padre hacen labor social. "El Negro Rodríguez" subía a Santa Rosa a ayudar a las personas que vivían allí en la Sierra, en sus tratamientos bucales.
Aquí Alidita siempre apoya al que asiste por sus servicios o trata de hacer todo lo posible para que la persona salga contenta.
A pesar de los altos costos del material odontológico ella consigue la solución al problema.
A las personas que conocieron a sus padres o tíos se les oye decir: _"Esa nació con el alicate en la mano"
Lleva más de cuarenta años de graduada. Ex-alumna de la Universidad Central de Venezuela, ubicada en Caracas.

Sus sobrinos: su gran pasión.

Ahora hay una nueva cepa de odontólogos en la familia. De su hermana María Elena dos y otro de su hermana Esther.

Primos también: tres descendientes de sus tíos.

Los dientes son la mutación del ser humano que no llegamos a completar
Duelen para nacer, luego se caen y vuelven a salir y echan varilla toda la vida.
¿Por qué ese nombre de "la Esquina del Zamuro"? Les cuento:

Lo que ocurre es que por allí pasaba el río Curita y en otros tiempos echaban desperdicios los que mataban animales para la venta y los famosos zamuris estaban allí, montaditos en sus palos, a ver qué pescaban.

Al correr el tiempo este sitio quedó señalado así, de esta manera: la Esquina del Zamuro.
La vida era pacífica y sin contradicciones ¿Cuál sería el santo de esos dentistas de la antigüedad?
La herencia no se hurta





martes, 30 de enero de 2024

Ricardo Ramón Gómez González, EL PINTOR




Lo mismo que Miguel Ángel en aquel tiempo, cuando pintó la Capilla Sixtina, ahora en mi querida Villa de Cura vemos todos los años pintar el Altar Mayor de nuestra Gruta de Lourdes, centro mariano, lugar de veneración de nuestra Virgen de Lourdes al cual acuden cada año al pueblo personas venidas de otras regiones del país a cumplir promesa. Ricardo Ramón Gómez González, joven villacurano nacido el 10 de diciembre de 1990, aquí mismo. Pasó su primera entre las escuelas Casanova Godoy, Arístides Rojas, Niños Cantores y el liceo, su secundaria, en el Víctor Ángel Hernández y Santos Michelena.
Siempre fue destacada  su pasión por la pintura y el dibujo. 

Realiza sus murales de acuerdo al lema que corresponde a cada peregrinación, el llamado a la fé.

 Una vez le pidieron que pintara un San Miguel Arcángel y a él se le cruzó por la mente que era el Arcángel Gabriel, el de la Anunciación. A mayor sorpresa para el que hizo el encargo cuando lo vió, pero rapidamente  logró transformarlo en el pedido que le habían encargado..

Allí, en la antigua sede de la policía frente a la plaza Miranda realizó el mural de la Vírgen del Carmen 


y en la plaza Miranda propiamente, allí en un depósito de agua, para Navidad, plasmó una escena de Jerusalén.



Lo mismo lo vemos caminar alegre, sencillo, dicharachero, en el pueblo. Su lema de vida: " Hay qué vivirla como Dios nos la ponga. Dios, cuando nos da la vida, nos da etapas: el pasado es historia, el futuro es incierto, pero el presente es el regalo al cual llamamos vida."

Tiene tres ahijados a los que quiere como si fueran sus hijos. Se <i>a motus propio</i> el valor que significan los ahijados para uno. Su gran sueño: conocer Francia e Israel. A los jóvenes del pueblo les recomienda dejar bien en alto el nombre de Villa de Cura con buenas acciones. Lo más importante para él es el reconocimiento que el pueblo hace ante su arte. Nuestra ciudad es semillero de muchos talentos. Que Ricardo continúe pintando el arcoiris de la esperanza y logre realizar su gran sueño.

sábado, 20 de enero de 2024

LOS MUCHACHOS DE LA CUADRA


LOS MUCHACHOS




Se hicieron sentir con sus inquietudes y vivencias de jóvenes. Hacían bullicio allí en la calle Sucre con la calle Urdaneta, de nuestro pueblo Villa de cura, en el estado Aragua, Venezuela, en la esquina donde hoy está la sede de la Asociación de Maestros Jubilados Zamora, diagonal a la bodega de Ricardo Castillo - un buen vecino, hombre solidario con su entorno -.
Los chicos eran la expresión más típica y auténtica del vecindario. Usted pasaba por allí y los oía reír, jugar, "echar broma: entre ellos. Cherchaban un puntero. Eso era en la tarde - noche.

De vez en cuando en la puerta de una casa se oía la voz de la madre gritar:

  • ¡ Ven acá, tienes que hacer algo!
    o
  • ¡Son las nueve! ¡A dormir! Así crecieron: Bajo la luz de la luna - y del poste también -.

Allí se reunieron: lis Morales, los Tosta, los Padrino, los Ravelo, los Rondón, los Meléndez, los Perdomo, José Rafael Núñez, "Ramoncito" Corrales, los Arjona, los Guillén, los Sianos, Manuelito Rodríguez, Pablo Bolívar, Eduardo Navas, Marlon Hinojosa, el "Negro" de Melicia (José Ramón). Apodos todos tenían.
El más pequeño, zagaletón él, era "Palito" (Wilmer), se encargaba de hacer los mandados.
¡Cuántos sueños! ¡Cuántas ilusiones se tejen a medida que pasan los años!
Se hacen planes para un futuro preparándose para el porvenir. Nunca dejaron que las tristezas se apoderaran de ellos por mucho tiempo.

A veces su música alardeaba de quién era el más presumido.

Su pasión: el béisbol y el softbol. Conformaron un equipo: "La Esquina". Jugaban en el famoso "Club Aragua" de aquí del pueblo.
Cuando era temporada de béisbol se iba todo el grupete a casa de la abuela de los Meléndez, Má' Petra, a preparar el sancocho o ella hacía las arepas. Y daba gusto verlos sentados en el piso, viendo la tele y observando atentos cada jugada.
¿Anécdotas? ¡Muchas! Una vez se realizó una fiesta en otra cuadra, cerca, y ellos asistieron. Pero antes que ellos ya habían llegado unos muchachos - que se habían "coleado" - de otra parte y ¡Listo! ¡Se formó la trifulca a puño limpio!
A Radamés Meléndez lo "entromparon a piña", pero allí estaba Beatriz Elena, la única muchacha de la cuadra, y lo defendió "a capa y espada" como una valiente amazona.
Todos continuaron con el mismo amor fraternal. De aquel grupo de muchachos - que ya pasan de los cincuenta - allí está el Coronel Dixon Morales quien estudió conmigo en la Escuela Arístides Rojas - institución insigne del pueblo que va rumbo a los cien años de fundación -. También recuerdo a Omar José - de unos cuatro añitos - cuando pasaba por allí con su mamá y los muchachos le echaban broma ¡Se ponía tan furioso y repetía "- Mamá, castígalos" porque allí, entre ellos, estaba uno que era alumno de María José, su mamá.
hora sólo el bello recuerdo. Que cuánto podemos imaginar de la vida. La fraternidad. Vivían cada día. Lo vivían sin pensar muchas veces en el mañana como una posibilidad asustadora.
Era la esencia de la juventud.
Ojalá los volvamos a ver en la cuadra, charlando en forma alegre y entusiasta, amenos y riéndose hasta de ellos mismos y de las cosas chistosas, sanas, qué suceden en la vida. Y vamos viviendo lo que el mundo nos va deparando cada dìa




miércoles, 20 de diciembre de 2023

La Tierna Iniciativa de Camila

 


Carmen Muñoz viuda de González

Villa de Cura, estado Aragua, Venezuela


Curucuteando una caja, Camila consigue un par de lindos zapatitos de porcelana que eran de mi suegra - que en paz descanse - que alguien se los había regalado.

Estamos sacando las cositas de Navidad, y ella, de lo más linda, dice:

  • Estos zapatitos se los vamos a poner al Niño Jesús para que este año estrene algo.

Y le quedaron de maravilla.

Ahora nuestro Niño Jesús no tendrá frío porque por los pies es que le entra el frío a los niños.

Inocencia de niños. La etapa más bella de la vida.





viernes, 8 de diciembre de 2023

Manuel Oliveros, trabajador ejemplar




Carmen Muñoz de González, Villa de Cura, estado Aragua, Venezuela


Manuel Ernesto Oliveros Breto, descendiente de la madama Brandy, comerciante italiana que se radicó en Valencia, estado Carabobo, Venezuela, hace mucho tiempo atrás.



Su abuelo materno era un inmigrante italiano - Giuseppi Brandy -.

Manuel nació aquí, en nuestro pueblo, el 8 de septiembre de 1942. Pintor "de brocha gorda" - como decían antes - con sesenta años de experiencia en su trabajo.

Exquisito como ninguno. Cien por ciento detallista. Lo que realiza lo hace muy bien. Su lema: no negar el material para una buena realización del trabajo.

Recuerda con muÉl cho cariño a una clienta suya - que en Gloria esté - la cual le recomendaba cada año cuando pintaba su casa que rindiera la pinturita aunque fuera "con salivita" ¡Y eso que eran otros tiempos!

¿Manchar el piso? No. Nunca.
Él va pintando con esmero y arrastra un trapito impregnado con un diluente si la pintura es a base de aceite y con agua si es pintura "de caucho" para no dejar rastro alguno.

Una de sus anécdotas - que son muchísimas, porque ¡ Cuántas casas visitaba! ¡ Y se lo peleaban para que fuese a pintarlas! - fue que estaba arreglando un techo y observó que la lámpara estaba un poquito sucia.
Él, muy "salí'o: - por cierto - la agarró para limpiarla y se le vino al piso. Cuando llegó la dueña de la casa, le cuenta lo sucedido y la misma responde:
-"Yo no lo traje a limpiar". Calladito aprendió la lección.

Manuel es un hombre preparado. Estudió en sus años mozos en la Escuela de Artes Visuales Rafael Monasterio, en Maracay, por tres años
pero el factor económico privó en ese entonces.


Leer - su hobby predilecto - sobre todo temas que traten de la vida después de la muerte.  Le apasiona el tema.

Oyente de música clásica y folklórica.

La Navidad para él... ¡La mejor época del año! No sólo porque era la zafra para pintar sino por los arreglos del ambiente festivo.

Él se quedó en la época de que "te ves pachuco" y sus zapatos negros ¡Brillantes!

Amigo fiel. Cristiano - de acudir todos los domingos a Misa y respetar los preceptos-
Es un galán empedernido.

Todavía a su edad se mantiene activo y realiza algún trabajito aquí y allá.

Ahora, en el ocaso de la vida, contempla lo que hizo y lo que dejò de hacer.

Yo siempre le digo: _"Dejaste de aprender a ser cheff"... porque ¡Cómo cocina el hombre! Buena sazón.




Pero en su época no estaban tan de moda las escuelas para la formación de estos profesionales en la cocina. Ahora hay nuevos emprendimientos.  Eso es muy rentable. Así es la vida. El tiempo es el que se encarga de darnos la experiencia que luego es tarde. En otras palabras: *"La experiencia es un peine que la vida nos da cuando ya estamos calvos"*.

jueves, 16 de noviembre de 2023

El popular "Parrita", ejemplo de trabajo y dedicación



No es posible detener el tiempo. Es fugaz, efímero pasajero.
Hay qué construir, apreciar y compartir. Esta es la camaradería de los pueblos: Nos conocemos, frecuentamos los mismos sitios, nos hacemos familiares.
Así es el caso de nuestro querido coterráneo Alfredo José Parra Morgado, el popular "Parrita".


Profesor autodidacta de inglés. Nacido aquí, en nuestro pueblo, Villa de Cura, en el estado Aragua, en Venezuela, hace sesenta y ocho años.
Es notoria su dedicación, por más de treinta y cinco años, en el ramo de la talabartería.


Comenzó su trabajo de artesano al lado de su tío Cruz María Parra - que en paz descanse - dueño de una de las talabarterías de aquí, del pueblo.
Se especializó en cabezales, pretales, peto, con ese fino arte de manejar el cuchillo y el cuero, pero como entendía bastante el idioma inglés, sus primos lo motivan a impartir clases a domicilio ayudando a los muchachos que cursan el Bachillerato.



Esta capacidad de manejar bien ese idioma lo llevó a conocer Estados Unidos y México, con un reconocido médico obstetra de aquí, de Villa de Cura, al cual le sirvió de intérprete. Hoy en día está alejado de la talabartería pero nunca de sus clases de inglés.


Es asiduo visitante de la plaza Miranda, donde se le puede encontar todas las tardes. Allí, sentadito en un banco, contempla el paisaje, la gente que va y viene, los niños que corretean y los que se sientan a un ladito de él para conversar y pasar un buen rato en amena tertulia.


Mi pueblo todavía conserva esa costumbre. Es la vida del pueblo: Esperar que caiga la tarde con su negro crespón e irse luego a su casita a comer su consabida arepita y aguardar el nuevo día con fiel esperanza de que será mejor que el anterior.


"Parrita", jamás bullicioso, siempre solitario. Vive con su hermana y dos sobrinos. Ha aprendido a caminar en la vida solo, con su equipaje de paz y amor.


Su pasión: las corridas de toros. Las ve por televisión cuando las pasan y recuerda una muy en especial que se realizó hace bastante tiempo aquí, en una Fiesta de Mayo, en la Plaza Móvil "la Macarena" donde pudo admirar famosos toreros de aquel tiempo.
Good morning, "Parrita", God bless you"!





 

lunes, 16 de octubre de 2023

FERNANDO OLIVO RIVAS, EL TITIRITERO DE LA ALEGRÍA



Carmen Muñoz viuda de González, Villa de Cura, Aragua, Venezuela

El arte de hacer reír a las personas, enseñar valores, es el centro del titiritero. Además de hacer reír hay un mensaje. Comenzando por el que los espectadores valoren esa disposición sentimental de amor que expresan ellos para los demás.

No es fácil estar sentado o parado detrás de una cortina y tener la seguridad de que el mensaje que ellos quieren dar llegue a las personas.

El profesor Fernando Enrique Olivo Rivas es docente integral, con una especialidad en Ciencias Sociales. Actualmente se desempeña como Coordinador de Cultura en dos instituciones educativas en San Juan de Los Morros y desde 1980 está inmerso en el Teatro, poesía, ensayos, cuenta-cuentos, dramaturgia, en fín, todas las artes literarias. Tiene está virtud adquirida en más de cuarenta años de actuación.


 


Fernando logra introducirse en los personajes que presenta. Sus títeres son: Sirindingo, que es un hombre tímido, asustadizo, pero no cobarde y Pisingollo, un hombre sabio, inteligente y valiente, muy acertado en sus consejos.

Otros títeres, muy queridos también, son: Peliamarillo, Titiaro, Tarsis "El Malvado", Sonia, entre otros.

Pocos son los titiriteros que hay aquí en Villa de Cura.

Fernando, por allá en los años 1980 y 1990, fundó grupos como "Primero de Mayo", "Tarantín"; "Entre Comillas", "Luz Sombras", todos formados por estudiantes de escuelas, liceos, universidades y comunidad. Bajo la influencia de ese gran titiritero universal que fue Javier Villafañe.

Estar frente al teatril y ver cómo de repente aparece una persona "espeluscado" - despeinado - o regordete, aristocrático o con dientes de oro o sin dientes, de charlatán a dicharachero, hasta llorón, todo es llamar la atención del público y que el personaje tome vida, que se vea como real.

Gracias a la agilidad del titiritero, esa pequeña figura se mueve con cualquier artificio para el espectáculo alegre.

Pero como todo en la vida va y viene, Fernando ha quedado sólo, con sus títeres guardados en su vieja maleta, descolorida y traviesa, cargada de sueños e ilusiones para realizar alguna actuación en una comunidad o institución donde se le llame.

Fernando es un actor de calle, cree en el arte como una forma de transformación social a favor de las comunidades y su viejo lema de titiritero "Un rostro alegre llena de alegría los demás". Se registró hace dos años en esta red social con el usuario @fernandolivo, pero por diversas circunstancias, hasta el momento no le ha sido posible seguir publicando, sin embargo, les invito a leer su presentación y uno de sus poemas haciendo clic acá

Ojalá que las escuelas conozcan este arte y vuelvan a realizarse este tipo de actividades en ellas, ya que los niños y los jóvenes son seres de luz y espontaneidad.