lunes, 3 de enero de 2022

¿RECUERDAN LOS DULCES Y COMIDAS CASERAS PARA LA VENTA?


Como prepara catalinas rellenas

 

 Por Carmen Muñoz viuda de González

Villa de Cura, estado Aragua, Venezuela


Las ventas caseras de antaño. Esas personas que elaboraban tantas comidas. Ya fueran saladas o dulces.

Exquisitas manos que con tanto amor a su arte culinario se dedicaron a ese oficio.

En Villa de Cura había familias donde uno o varios de sus miembros eran conocidos por todos debido a ser productoras de apetitosos y golosos manjares. También había vendedores ambulantes de alimentos que no necesitaban depreparación.

Los había desde el vendedor de mamón en su carretilla por las principales calles, a quien los muchachos de ese entonces fastidiaban con el apodo de Relámpago, Fusil y Trueno, a lo cual él respondía con las mayores palabrotas.
Qué consigna tan rara ¿No cree usted?
Ay, y si recordamos el pan de bono, toda una delicia al paladar, preparado por la familia Patrocinio, repartido por su hijo Armagora Patrocinio – y hallacas una vez por semana - .
¡Quién no recuerda los platos de majarete de Leonarda y a los Palumbo con sus bizcochuelos!



También se vendían en aquella época bellos canastos huevos hermosos, importados de Canadá. Identificados con su sellito y todo.



En época de mangos las jaleas, rosadas o con el color natural del mango. Exquisitas. hechas por Carlina Padrón. Alfeñique envuelto en su papelito transparente, larguitos y gomosos, elaborados de papelón. Conservas de coco marrones, rosadas o blancas. Los caramelitos de papelón de Floira Salvatierra o de la Sra. Castillo.



Las empanadas de queso elaboradas por la Sra. Teresa de Carrasquel. Las hermanas Morales – Micaela y María – con sus hallacas. Ofrecían el combo: Cuatro hallacas por dos bolívares y cuatro bollitos por un bolívar. Arepitas saladas “rociadas” con queso blanco y las dulces.



La clientela ya estaba hecha, venían a la casa o las mandaban a buscar. También había “el muchacho de los mandados” ¡Qué tiempos aquellos!



Ahora existe el llamado delivery – palabra gringa – en moto o bicicleta.



En días atrás vi dos jóvenes ellos, emprendedores, ofreciendo yogurt en una linda presentación. La generación que viene y que sigue en el país luchando por Sali adelante, no hay de otra, que la situación no los arrope. Oportunidades hay, como enel ayer, que se vendían cosas hechas en casa, Hoy, más que nunca, hay que apropiarse de esto, pero eso sí, con amor y dedicación, con cariño, entregados a la Providencia Divina, como decían nuestras abuelas: “Dios proveerá”

Sitio web de la imagen: https://comidasvenezolanas.net/catalina/


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